
Etiqueto con precio mis prendas clàsicas con las que estoy vestido, es decir, mis zapatos negros, mi pantalòn negro, mi polo negro, mi sombrero negro. Ademàs, etiqueto mi barba, mi bigote y mi cabello.
(Boceto de la intervenciòn. Mi cuerpo entiquetado.)
Cuando alguien compre alguna prenda me la quito y se la doy (inmediatamente me coloco otra prenda similar color claro), y en el caso del cabello y los otros, o yo me lo rasuro o el comprador me lo corta ahì mismo.
Al costado de mì, va una leyenda con informaciòn explìcita de quien es el interventor para que se sepa la importancia de la propuesta y del precio.
(Esta intervenciòn es la ùltima parte de mi trilogìa de la crìtica sutil a este sistema monetario. Aùn no la realizo, serà en las pròximas semanas, entonces puede ir variando durante el tiempo hasta que madure con mayor precisiòn.)
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